17 décembre 2013
Quedan 45 días para que sólo se puedan realizar adeudos y t
ransferencias en formato sepa- La SEPA será de obligatorio cumplimiento para las entidades bancarias, las administraciones públicas y las empresas de 33 países europeos a partir del 1 de febrero de 2014. Las tarjetas, las transferencias y los adeudos domiciliados son los principales instrumentos económicos vinculados a esta normativa.
- El consentimiento del cliente pasa a estar regulado y normalizado por la normativa SEPA y es obligatorio a partir del 1 de febrero de 2014, de ahí su relevancia.
El martes, 17 de diciembre de 2013, se celebró en el Hotel NH de Lleida una jornada para empresas organizada por Lleida.net y Cuatrecasas, con participación de una consultora especializada en SEPA, El Traside. En la jornada se han explicado los cambios que la empresas han de abordar para adaptarse a la normativa SEPA. Cambios en los formatos de los ficheros de las transacciones, cambios en los tiempos de gestión de los recibos con las entidades bancarias y formalización de un consentimiento del deudor para realizar los cobros.
Félix González, socio de Cuatrecasas Gonçalves Pereira, presentó la jornada aludiendo a la necesidad de adaptarse y prepararse, “la adaptación a la normativa SEPA no es que tenga una gran complejidad, pero si no nos preparamos bien podemos encontrarnos con un colapso”. Con respecto a la complejidad o a los inconvenientes que puede traer la adaptación a la SEPA para las empresas, Sisco Sapena, CEO de Lleida.net, quiso destacar “esta normativa también trae beneficios para la internacionalización y en Lleida, se trabaja mucho con clientes transfronterizos”.
Javier Espejo, consultor de El Traside experto en SEPA, realizó la explicación detallada de los cambios necesarios en los instrumentos nacionales para adaptarse a los instrumentos de pago SEPA, que serán de obligado uso a partir del 1 de febrero de 2014.
Instrumentos para la integración económica
Las transferencias y los adeudos directos empleados tradicionalmente desaparecerán para ser sustituidos por los nuevos estándares SEPA: las transferencias del Sistema Nacional de Compensación Electrónica (SNCE), para las que se utilizaba el identificador de cuenta CCC (Código Cuenta Cliente), pasarán a regirse por el modelo SEPA Credit Transfer (SCT), que funciona mediante el código International Bank Account Number (IBAN).
La entrada de SEPA también supondrá la división de los adeudos directos en dos grandes modalidades: el SEPA Direct Debit B2C, que sustituirá a los adeudos domiciliados para efectuar cobros a consumidores, empresas y autónomos, y el SEPA Direct Debit B2B, de uso exclusivo para empresas, autónomos y profesionales.
En ambos casos, el acreedor deberá disponer del consentimiento firmado por parte del deudor como titular de la cuenta de cargo antes de iniciar el cobro de los adeudos, un documento estándar al que se conoce como ‘mandato'.
El mandato, consentimiento del deudor
“El mandato”, explicó Javier Espejo, “ya existía, pero no estaba regulado ni normalizado. Esto es lo que hace la norma SEPA. La importancia del mandato reside en que si no se dispone de él en un formato válido a partir del 1 de febrero de 2014 puede ser motivo de devolución de los recibos hasta 13 meses después por parte de los deudores”.
Así, Sisco Sapena, CEO de Lleida.net, tomó el relevo en la presentación hablando sobre los pormenores de los mandatos y resaltando la cercanía de la fecha límite para su adecuación. “Es necesario que se creen servicios para gestionar los mandatos de manera industrial”, añadió Sapena, “el tiempo corre y las empresas que manejan un volumen medio alto de recibos requieren un procedimiento ágil tanto para ellos, como para sus clientes”.
Por último, cerró la sesión Silvia Barrau, abogada de Cuatrecasas Gonçalves Pereira, quien repasó lo expuesto por Javier Espejo y Sisco Sapena y reiteró, “aunque suene a Perogrullo y sea evidente, a partir del 1 de febrero de 2014 todos los nuevos adeudos deben tener su mandato en formato SEPA, ya no habrá excusas”.
Las empresas presentes mostraron preocupación por la cercanía de la fecha y por la falta de adaptación, a día de hoy, de sus sistemas de gestión.